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Introducción

La beata Madre Teresa de Calcuta, nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu, fue una monja católica de origen albanés naturalizada india, que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en 1950. Por más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación, primeramente en la India y luego en otros países del mundo. Tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II. Agnes descubrió su vocación religiosa desde temprana edad, y para 1928 ya había decidido que dedicaría el resto de su vida a Dios. Fue entonces cuando optó por cambiar su nombre a «Teresa» en referencia a la santa patrona de los misioneros, Thérèse de Lisieux. Si bien dedicó los siguientes 20 años a enseñar en el convento irlandés de Loreto, comenzó a preocuparse por los enfermos y por los pobres de la ciudad de Calcuta. Esto la llevó a fundar una congregación con el objetivo de ayudar a los marginados de la sociedad, primordialmente enfermos, pobres y personas que no tenían hogar.

Frases de la Madre Teresa

La familia
"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestro precisamos que toda familia viva feliz."

La mayor enfermedad
"La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis sino mas bien el sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad."

Cómo trabajar
"Haz las cosas pequeñas con gran amor"

Fidelidad
"Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel."

Autenticidad
"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros."

Oración a la paz
El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz

En la muerte
"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño."

La pobreza
"Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor." Una vez un crítico le sugirió que haría mas para terminar con la pobreza si enseñara a pescar en vez de dar el pescado. Ella respondió: "Las personas que yo ayudo no se valen por si mismas, no se pueden parar. No pueden sostener la caña. Yo les daré el alimento y después se los enviaré a usted para que usted les enseñe a pescar".

Una gota en el océano
"Sé bien y lo saben cada una de mis hermanas, que lo que realizamos es menos que una gota en el océano. Pero si la gota le faltase, el océano carecería de algo."

El amor
"No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler."

Una sonrisa
Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón, conserva nuestro buen humor, guarda nuestra alma en paz, vigoriza la salud, embellece nuestro rostro e inspira buenas obras. Sonriamos a los rostros tristes, tímidos, enfermos, conocidos, familiares y amigos. Sonriámosle a Dios con la aceptación de todo lo que El nos envíe y tendremos el merito de poseer la mirada radiante de su rostro con su amor por toda la eternidad.Las palabras de Cristo son muy claras, pero debemos entenderlas como una realidad viviente, tal como El las propuso. Cuando El habla de hambre, no habla solamente del hambre de pan, sino hambre de amor, hambre de ser comprendido, de ser querido. El experimentó lo que es ser rechazado porque vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron. Y El conoció lo que es estar solo, abandonado, y no tener a nadie suyo. Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas en todo el mundo destruyendo hogares y naciones, habla de no tener hogar, no solamente un cuarto con techo, pero el anhelo de ser aceptado, de ser tratado con compasión, y que alguien abra nuestro corazón para recibir al que se sienta abandonado.

Reflexión sobre el amor de Dios

Datos significativos sobre su muerte

Tras su muerte, la Santa Sede consideró que se podría iniciar el proceso de beatificación, considerado como el tercero de los cuatro pasos para alcanzar la canonización, en donde el Papa declara a alguien digno de veneración universal, aunque para ello se deben comprobar dos milagros (uno más adicional al milagro con el que se le catalogó como beata). El milagro que requería su beatificación sucedió en 1998, cuando, de manera aparentemente inexplicable, sanó Mónica Besra, una mujer que padecía un tumor maligno en el abdomen. Madre de cinco hijos, contó que había sido acogida en Roma por las Misioneras de la Caridad tras haber sido desahuciada por los médicos. Una de las hermanas le colocó sobre el abdomen una imagen de la Virgen María, que había permanecido sobre la túnica de la Madre Teresa durante la celebración de los premios Nobel. La sanación de aquella mujer ocurrió el 5 de septiembre de 1998, exactamente un año después del deceso de la misionera. Distintos médicos indios, la Asociación de Ciencias y Racionalismo de la India e incluso el marido de la propia Besra pusieron en duda su curación milagrosa, asegurando que la mujer se salvó sólo por la medicina que debió ingerir durante nueve meses.

El proceso de beatificación de la Madre comenzó dos años después de su muerte gracias a una dispensa papal para no tener que esperar a que transcurrieran cinco años desde su deceso, como establece el Derecho Canónico.

El Vaticano citó a Christopher Hitchens para que demostrara algún testimonio que pudiera estar en contra y en ese caso interrumpir el proceso de beatificación. «Fue hablando con ella cuando descubrí, y me aseguró, que no estaba trabajando para aliviar la pobreza», dijo Hitchens. «Ella trabajaba para ampliar la cantidad de católicos. Me dijo: "No soy una trabajadora social. No lo hago por eso. Lo hago por Cristo. Lo hago por la Iglesia"». La Congregación para las Causas de los Santos se encargó de investigar lo dicho, pero la declaración de Hitchens no fue considerada obstáculo para seguir con el proceso.

El domingo 19 de octubre de 2003 a las 10:15 h, mientras se encontraban presentes más de 300 000 personas en la plaza de San Pedro y en la calle, fue proclamada como beata por el papa Juan Pablo II. A la celebración asistieron medio millar de las Misioneras de la Caridad, 150 cardenales y 400 obispos.

La proclamación se produjo después de que el arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkar, solicitara al Sumo Pontífice que leyera una breve biografía de la monja albanesa. El Papa también declaró que todos los 5 de septiembre se celebraría la festividad de la Madre Teresa. Luego del hecho, se le regaló una reliquia de la misionera y un grupo hindú protagonizó una danza.

Pensamiento

La Madre Teresa ha sido tildada por uno de sus detractores, Christopher Hitchens, de tener una visión fundamentalista dentro de la propia ortodoxia de la Iglesia. Durante el Concilio Vaticano II, encabezó la oposición a cualquier reforma de la Iglesia católica. Según ella, lo que se necesitaba era más trabajo y más fe, no una revisión doctrinal. Por otra parte, una cuestión clave en la crítica a sus enseñanzas es su prédica constante del consuelo y el conformismo. Después de la explosión de la planta química de la multinacional Union Carbide en Bhopal (India), se presentó inmediatamente en el lugar de la tragedia, donde 2.500 personas habían muerto. «Perdonad, perdonad, perdonad», repitió nada más al bajarse del avión, sin motivar a que los afectados iniciaran acciones legales o se persiguiera a los culpables. «Estás sufriendo como Cristo en la cruz, así que Jesús te debe estar besando», le dijo Teresa de Calcuta a un enfermo de cáncer que se retorcía de dolor ante las cámaras. Desde su lecho, le respondió: «Por favor, dígale que pare de besarme».Esto último fue objeto de críticas igualmente pues Teresa sentía que el sufrimiento en las personas las hacía acercarse más a Jesús.


Despertar a la realidad

El 26 de septiembre de 1928, poco después de haber cumplido 18 años, se dirigió con una amiga a la Abadía de Loreto, perteneciente a la congregación religiosa católica Instituto de la Bienaventurada Virgen María, en Rathfarnham, Irlanda. A partir de ese momento, jamás volvería a ver a su madre o a su hermana. Si bien originalmente acudió a ese lugar para aprender inglés (que era el idioma que las hermanas de Loreto solían enseñar a los niños en la India), una vez ahí fue admitida como postulante y en noviembre de 1928 se trasladó por vía marítima hacia Calcuta, sitio a donde arribó el 6 de enero de 1929. En Darjeeling, cerca de las montañas del Himalaya, inició su noviciado y aprendió bengalí además de enseñar en la escuela de Santa Teresa, que se hallaba cerca de su convento. Después de hacer sus votos de pobreza, castidad y obediencia como monja el 24 de mayo de 1931, fue trasladada al Colegio de Santa María en Entally, al este de Calcuta. En ese período, eligió ser llamada con el mismo nombre que Thérèse de Lisieux, la santa patrona de los misioneros. Sin embargo, debido a que una enfermera en el convento ya había elegido ese nombre, Agnes optó por usar el término castellanizado de «Teresa». El 14 de mayo de 1937, Teresa hizo sus votos solemnes mientras enseñaba en el colegio del convento de Loreto. Trabajó ahí por casi veinte años como profesora de historia y geografía hasta que, en 1944, se convirtió en directora del centro.

Si bien disfrutaba enseñar en el colegio, cada vez se perturbaba más en razón de la pobreza existente en Calcuta. La hambruna de 1943 en Bengala trajo consigo miseria y muerte a la ciudad, mientras que la ola de violencia hindú-musulmán suscitada en agosto de 1946 hundió a la población en la desesperación y el terror.

Aplicando el apunte

Se podría aplicar el apunte a la vida de la Madre Teresa de Calcuta ya que toda la vida de Teresa transcurrió en un estado de misericordia plena. Ella, siendo una representante de la Iglesia, aún así promulgaba que las personas debían esforzarse más por ayudar a su prójimo, es decir, darse cuenta de quién verdaderamente necesita ser ayudado y hacerlo sin pensarlo demasiado, sin tener en cuenta su clase o su ideología o si en el pasado ha sido mala persona, y no por seguir su religión al pie de la letra, obedeciendo todos los mandamientos o estando presente en todos los rituales litúrgicos. La Madre Teresa de Calcuta es un ejemplo clarísimo de lo que es la misericordia, ya que ella misma dedicó su vida a ayudar al necesitado y dar consejos de cómo actuar para ser mejores personas y sentirse plenos.